Los usos que los ciberdelincuentes le dan a la inteligencia artificial

 Los usos que los ciberdelincuentes le dan a la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite crear sistemas capaces de aprender, razonar y resolver problemas de forma autónoma o asistida. La IA tiene múltiples aplicaciones beneficiosas para la sociedad, como la medicina, la educación, la seguridad o el entretenimiento. Sin embargo, también puede ser utilizada con fines maliciosos por los ciberdelincuentes, que aprovechan sus ventajas para desarrollar ataques cibernéticos más sofisticados y efectivos.

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Según un informe de Check Point Software Technologies, una empresa de ciberseguridad, estos son algunos de los usos que los ciberdelincuentes le dan a la inteligencia artificial:

Crear malware más avanzado y adaptable. El malware es un software malicioso que infecta los dispositivos y redes informáticas para robar datos, dañar archivos o extorsionar a las víctimas. Los ciberdelincuentes utilizan la IA para crear malware del tipo Infostealer, que es capaz de extraer información sensible de los usuarios, como contraseñas, datos bancarios o documentos personales. También usan la IA para crear herramientas de cifrado, que bloquean el acceso a los archivos infectados hasta que se pague un rescate. La IA permite al malware adaptarse al entorno, evadir las defensas de seguridad y mejorar su rendimiento.

Facilitar la actividad fraudulenta. Los ciberdelincuentes usan la IA para engañar a las personas y obtener beneficios ilícitos. Por ejemplo, usan la IA para crear deepfakes, que son imágenes o vídeos falsos que imitan a personas reales con gran realismo. Los deepfakes pueden usarse para suplantar identidades, difamar reputaciones o manipular opiniones. También usan la IA para generar textos falsos o spam, que pueden enviar por correo electrónico, redes sociales o aplicaciones de mensajería para estafar a las víctimas o propagar desinformación.

Automatizar y escalar los ataques. Los ciberdelincuentes usan la IA para automatizar el proceso de lanzar y gestionar los ataques cibernéticos, reduciendo el tiempo y el esfuerzo necesarios. Por ejemplo, usan la IA para crear bots o programas informáticos que realizan tareas repetitivas en internet. Los bots pueden usarse para generar tráfico falso, inflar las visitas o los seguidores de una página web o una cuenta de red social, o realizar compras masivas de productos escasos o limitados. También usan la IA para crear redes zombis o botnets, que son conjuntos de dispositivos infectados por malware que se controlan de forma remota. Las botnets pueden usarse para lanzar ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), que consisten en saturar un servidor o una página web con una gran cantidad de solicitudes simultáneas, impidiendo su funcionamiento normal.

Aprovechar las vulnerabilidades de la IA. Los ciberdelincuentes también usan la IA para explotar las debilidades o los errores de los sistemas basados en IA. Por ejemplo, usan la IA para generar adversarios o entradas modificadas que engañan a los modelos de IA y provocan resultados erróneos o maliciosos. Los adversarios pueden usarse para burlar sistemas de reconocimiento facial, biométrico o de voz, alterar sistemas de detección de objetos o vehículos autónomos, o manipular sistemas de recomendación o clasificación. También usan la IA para realizar ataques de envenenamiento o contaminación de datos, que consisten en introducir datos falsos o alterados en el conjunto de datos utilizado para entrenar o evaluar un modelo de IA, afectando a su calidad y precisión.