Microsoft sube el precio de la Xbox Series X y Xbox Game Pass: ¿Qué significa esto para los gamers?

Microsoft ha anunciado una subida de precio de su consola Xbox Series X y de su servicio de suscripción Xbox Game Pass, que entrará en vigor en agosto de 2023. Esta decisión se debe a la necesidad de “adaptarse al mercado competitivo actual”, según explicó la compañía. Pero, ¿qué implica este aumento para los gamers que quieren disfrutar de la experiencia Xbox?



¿Cuánto costará la Xbox Series X y el Xbox Game Pass?

La Xbox Series X, la consola más potente de Microsoft, recibirá el mismo aumento de precio que realizó Sony con sus PlayStation 5. Es decir, 50 euros. De esta forma, en Europa, ahora la consola tendrá un precio recomendado de 549,99 euros. Este cambio se aplicará a partir del 1 de agosto.

El Xbox Game Pass, el servicio que permite acceder a un catálogo de más de 100 juegos por una cuota mensual, también verá incrementado su precio en dos de sus modalidades: la de consola y la Ultimate. La primera pasará de costar 9,99 euros al mes a 10,99 euros al mes, mientras que la segunda subirá de 12,99 euros al mes a 14,99 euros al mes. Estos cambios se reflejarán en las facturas de los usuarios actuales a partir del 13 de agosto.

La Xbox Series S, la consola más económica y menos potente de Microsoft, y el Xbox Game Pass para PC, se mantendrán sin cambios en sus precios actuales: 299,99 euros y 9,99 euros al mes, respectivamente.

¿Por qué Microsoft sube los precios?

Microsoft ha justificado esta subida de precios como una forma de adaptarse al mercado actual, que está marcado por la escasez de componentes electrónicos, la alta demanda de consolas y servicios digitales y la competencia con otras plataformas como Sony y Nintendo.

Además, Microsoft ha señalado que esta decisión responde a su compromiso con la innovación y la calidad de sus productos, que requieren una inversión constante en desarrollo, infraestructura y contenido.

La compañía también ha querido destacar el valor añadido que ofrece su ecosistema Xbox, que incluye no solo la consola y el servicio de juegos, sino también otras ventajas como el acceso a las novedades de los estudios propios el mismo día de su lanzamiento, el soporte para el juego en la nube con xCloud, la compatibilidad con miles de títulos retrocompatibles y las ofertas exclusivas para los miembros del Xbox Game Pass.




¿Cómo afectará esta subida a los gamers?

La subida de precios de la Xbox Series X y el Xbox Game Pass tendrá un impacto diferente según el perfil y las preferencias de cada gamer. Algunos posibles escenarios son:

  • Los gamers que ya tienen una Xbox Series X y están suscritos al Xbox Game Pass Ultimate verán aumentar su gasto mensual en 3 euros, lo que supone un incremento del 23% respecto al precio actual. Sin embargo, si consideran que el servicio les ofrece suficientes beneficios y opciones de entretenimiento, puede que no les importe pagar un poco más.

  • Los gamers que quieren comprar una Xbox Series X y suscribirse al Xbox Game Pass Ultimate tendrán que desembolsar 50 euros más por la consola y 2 euros más por el servicio cada mes. Esto puede suponer una barrera económica para algunos usuarios, que quizás opten por esperar a una rebaja o una oferta especial.

  • Los gamers que prefieren una Xbox Series S o un PC para jugar y están suscritos al Xbox Game Pass para consola o para PC no se verán afectados por la subida de precios. Podrán seguir disfrutando del mismo catálogo de juegos por el mismo precio.

  • Los gamers que no están interesados en el Xbox Game Pass o que prefieren otras plataformas como PlayStation o Nintendo tampoco se verán afectados por la subida de precios. Sin embargo, puede que se pierdan algunas de las ventajas que ofrece el ecosistema Xbox, como el acceso anticipado a algunos juegos o la posibilidad de jugar en la nube.

¿Qué opinan los gamers de la subida de precios?

La subida de precios de la Xbox Series X y el Xbox Game Pass ha generado reacciones diversas entre los gamers, que han expresado sus opiniones en redes sociales y foros. Algunos ejemplos son:

  • “Me parece una subida injustificada y abusiva. Microsoft ya gana suficiente dinero con la publicidad y las microtransacciones. No pienso pagar más por lo mismo. Me voy a dar de baja del Game Pass y a vender mi Xbox Series X”.

  • “No me parece mal que suban el precio si eso significa que van a mejorar el servicio y el contenido. El Game Pass es una pasada y vale la pena pagar un poco más por tener acceso a tantos juegos. Además, la Xbox Series X es una consola increíble y no me arrepiento de haberla comprado”.

  • “Me da igual que suban el precio porque yo no tengo ni quiero una Xbox. Soy fiel a PlayStation desde hace años y estoy muy contento con mi PS5 y mi PS Plus. Creo que ofrecen mejores juegos y mejores prestaciones que Microsoft”.

  • “Me parece una subida lógica y razonable. Microsoft tiene que adaptarse al mercado y a la inflación. Además, sigue siendo más barato que comprar los juegos por separado o que pagar por otros servicios como Netflix o Spotify. Creo que el Xbox Game Pass es el mejor invento del siglo”.

Microsoft ha anunciado una subida de precio de la Xbox Series X y el Xbox Game Pass, que entrará en vigor en agosto de 2023. Esta decisión se debe a la necesidad de adaptarse al mercado competitivo actual, según explicó la compañía. La subida afectará a la consola tope de gama, que costará 549,99 euros, y a las modalidades de consola y Ultimate del servicio de suscripción, que costarán 10,99 euros y 14,99 euros al mes, respectivamente. La Xbox Series S y el Xbox Game Pass para PC se mantendrán sin cambios.

La subida de precios tendrá un impacto diferente según el perfil y las preferencias de cada gamer. Algunos estarán dispuestos a pagar más por disfrutar de la experiencia Xbox, mientras que otros se sentirán decepcionados o indiferentes. La subida también generará debate entre los fans de las distintas plataformas, que compararán sus ventajas e inconvenientes.

Microsoft tendrá que demostrar que esta subida de precios se traduce en una mejora de la calidad y la innovación de sus productos, así como en un mayor valor añadido para sus usuarios. De lo contrario, podría perder parte de su cuota de mercado frente a sus competidores.

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